17.6.11

Eugenio Montejo (As árvores)





LOS ÁRBOLES




Hablan poco los árboles, se sabe.
Pasan la vida entera meditando
y moviendo sus ramas.
Basta mirarlos en otoño
cuando se juntan en los parques:
sólo conversan los más viejos,
los que reparten las nubes y los pájaros,
pero su voz se pierde entre las hojas
y muy poco nos llega, casi nada.
Es difícil llenar un breve libro
con pensamientos de árboles.
Todo en ellos es vago, fragmentario.
Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito
de un tordo negro, ya en camino a casa,
grito final de quien no aguarda otro verano,
comprendí que en su voz hablaba un árbol,
uno de tantos,
pero no sé qué hacer con ese grito,
no sé cómo anotarlo.



Eugenio Montejo


[Noctambulario]





Falam pouco as árvores, é sabido.
Passam a vida toda a meditar
e a mexer os ramos.
Basta olhar para elas no outono
quando se juntam nos parques,
só conversam as mais velhas,
as que partilham as nuvens e os pássaros,
mas a sua voz perde-se nas folhas
e chega-nos muito pouco, quase nada.
É difícil encher um livro, mesmo breve,
com pensamentos de árvores.
É tudo vago nelas, fragmentário.
Hoje, por exemplo, ouvindo o grito
de um tordo negro, no caminho para casa,
grito final de quem não espera outro verão,
eu percebi que pela sua voz falava uma árvore,
uma entre tantas,
mas não sei o que fazer com esse grito,
não sei como apontá-lo.


(Trad. A.M.)

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